Como bien sabemos, el agua es uno de los elementos más abundantes en el planeta y por ello es una de las principales materias primas en diversas industrias y en los hogares. Así que, producto de su uso, una gran variedad de sustancias logra contaminar los caudales hasta el punto de hacerlos inutilizables. Desde hace algunos años se han utilizado metodologías convencionales que permiten eliminar en un alto porcentaje dichos contaminantes y lograr que las aguas lleguen a fuentes naturales sin contaminantes o con bajas concentraciones de sustancias tóxicas para el medio ambiente y los ecosistemas.
Así pues, podemos decir que las aguas residuales son aquellas que han sido usadas y contienen sólidos que, por diferentes medios, son llevadas hasta los alcantarillados y pueden provenir de usos domésticos o industriales, sea a nivel urbano o municipal. Estas aguas presentan una composición química y biológica variada puesto que depende específicamente de los usos previos que han tenido.
Cabe acotar que, debido al rápido proceso de industrialización, al consumismo y otros factores, las industrias han empleado nuevas sustancias que son muy nocivas para el agua y que los tratamientos usuales de las Plantas de tratamiento, ya no logran mitigar ni reducir su concentración. Por ello alrededor del mundo se han propuesto nuevas tecnologías que permitan tratar las aguas residuales y disminuir satisfactoriamente todas las sustancias contaminantes que alteran el ciclo normal de un ecosistema.
Es necesario resaltar que no todas las aguas residuales presentan una composición idéntica puesto que esto depende de su procedencia, algunas son domésticas, otras han sido utilizadas en industrias agrícolas, de cueros, minería, entre otras y por ello, suelen tener bacterias, sólidos, materia orgánica, nitrógeno, oxígeno disuelto, metales pesados, etc. Este tipo de sustancias y organismos presentes en las aguas residuales genera un impacto específico sobre el medio ambiente, en principio afectan los suelos cercanos al afluente y desde allí, en conjunto con los ciclos biogeoquímicos comienzan a dispersar por el aire diversos contaminantes que conllevan a la formación de lluvia ácida, gases de efecto invernadero, malos olores, generación de vectores para enfermedades, entre otros.
Entre las nuevas tecnologías propuestas para el tratamiento y depuración de aguas, se pueden encontrar membranas de filtración, nanotecnología, sistemas de múltiple filtración, filtración con magnetita, entre otras, que en comparación con sistemas convencionales, se ha encontrado que permiten valores de remoción superiores, permitiendo así que se cumpla con las normativas y se permita que las aguas tengan una reutilización. Estas son algunas de las nuevas tecnologías más usadas en la actualidad:
Filtración por membranas: Los avances en la tecnología de membranas no sólo han reducido los riesgos de salud y medioambiente asociados a las aguas residuales, sino que también han abierto nuevas vías como la reutilización potable. El uso de tecnologías de membrana (ósmosis inversa, microfiltración, ultrafiltración, etc.) es cada vez más común para el tratamiento terciario o avanzado.
La Nanotecnología es un campo emergente y creciente con aplicaciones muy prometedoras en el tratamiento de aguas residuales, así como en la calidad del agua y el monitoreo de aguas residuales.
Los sistemas innovadores de monitoreo y control de aguas residuales están encontrando aplicaciones en la mejora de tecnologías ya existentes. Los avances tecnológicos más prometedores incluyen: técnicas de monitoreo con nuevos sensores, dispositivos de telemetría computarizados y herramientas innovadoras de análisis de datos.
Los sistemas de tratamiento natural (sistemas de humedales) son cada vez más atractivos como soluciones naturales para complementar las limitaciones tecnológicas existentes.
Es por eso que ArtiLlum cuenta con un equipo de profesionales, dispuestos a asesorarte en relación con la tecnología adecuada para el tratamiento de las aguas residuales de tu vivienda o industria y así contribuir con el mantenimiento del ciclo normal del ecosistema.